BOLIVIANOS ENVIAN MUCHO DINERO A COSTA DE SU SALUD Y SU VIDA

Madrid, 28 jun, Edwin Pérez Uberhuaga (CEM).- Los migrantes que se legalizaron en España aportaron un millón de dólares al Tesoro General de la Nación de Bolivia en el pago de tramites, envían millonarias remesas a sus familias, aun a costa de su propia vida, sin que todavía reciban la plena atención del Estado y la comprensión de sus parientes.
Esa conclusión se desprende de las declaraciones de autoridades consulares y del dialogo con los migrantes, cuya cantidad nadie sabe oficialmente pero que en España podrían llegar ahora a los 200 mil compatriotas, la más alta comunidad en Europa y mayoritariamente del oriente del país.
Dentro de la regularización efectuada por España, los migrantes tuvieron que pagar diversos tramites en el Consulado, que recaudó un millón de dólares en el año 2005. A pesar de ese poder económico, aun hay muchas regiones de España donde no existen Consulados ni la cantidad suficiente de pasaportes, según compatriotas que viajan largas distancias para efectuar tramites.
El record de recaudaciones es comparable con la cantidad de muertes el 2005 y este año, que ascienden a treinta (casi una por semana), victimas de accidentes de trabajo pero sobre todo afectados por el stress de un cambio de país y las dificultades para legalizar su presencia en España, dijo la Vicecónsul en Madrid, Sadott Castañón.
“Se trata de gente joven y en plena edad productiva de 25 a 40 años de edad que según sus allegados parecían saludables, pero que sufrieron paros cardiacos”, dijo al hacer notar que también la nostalgia de la familia es un factor de depresión.
Mauricio, un paceño, dijo que el problema no solo consiste en encontrar un trabajo, sino en saber desempeñarse bien y luchar contra la competencia de otros bolivianos, latinoamericanos y europeos del Este que pueden estar mejor calificados. “Yo soy abogado y ahora trabajo de albañil, algo que jamás hice en mi vida”, explicó.
La Vicecónsul dijo que cuando suceden las muertes es un grave problema el envío de los restos al país, cuyo costo es de tres mil a seis mil dólares, por lo que sugiere a los migrantes que contraten un seguro de accidentes y repatriación.
Castañón Montes de Oca dijo que otro factor de preocupación es que es muy alta la cantidad de “inadmitidos” en el aeropuerto de Barajas solamente en Madrid: más de tres mil personas que a su vez tuvieron que endeudarse.
El año 2005 fueron “devueltas” 2.220 personas y en lo que va de este año son 850, que no pudieron demostrar su condición de turistas o que no llevaban la “carta de invitación”, seguro médico, la cobertura de solvencia de 30 mil dólares y la reservación de un hotel.
La Vicecónsul dijo que eso también crea un grave problema social, porque los que vuelven al país se enfrentan a las deudas contraídas para comprar los pasajes de avión, luego de haber sido victimas del engaño de algunas agencias de viaje.
VIOLENCIA DOMESTICA
Los que logran ingresar inician una nueva vida y obtienen buenos empleos y la estabilidad, pero en algunos casos mantienen costumbres negativas como el exagerado consumo de alcohol o la violencia domestica.
La Vicecónsul Castañón dijo que la Policía española identifica a los responsables y que, en le caso de la violencia domestica, se hace un trato con los infractores: pueden permanecer prisioneros en España o pueden ser expulsados a Bolivia con la prohibicion de volver a Europa durante varios años.
Hizo notar que, en general, la imagen de los bolivianos es buena por su capacidad de trabajo y honradez.
LOS MALAGRADECIDOS
Las familias de los migrantes no valoran el esfuerzo que realizan y cada vez esperan mas dinero o no invierten las sumas recibidas para proyectos productivos, según varios compatriotas.
“Acabo de discutir con mi hijo adolescente que no para de pedirme dinero para comprar música o los zapatos deportivos de moda que son muy caros”, dijo con lagrimas en los ojos una cochabambina que debe trabajar en dos lugares de Madrid, en pleno verano, para satisfacer los caprichos de su hijo.
Pedro, un potosino, dijo que no puede pagar una deuda contraída por toda su familia y esta a punto de perder su casa. “Mis hermanos ya no quieren trabajar allá y solo esperan el dinero que envío y ya han discutido con mi esposa que les ha reclamado eso”, dijo.

Edwin Perez U. es coordinador en Suiza del Centro de Estudios en Migraciones (CEM) uberedwin@hotmail.com